viernes, 13 de marzo de 2009
GESTO
Cuantas mariposas
y cuerpos ultrajados
habitan dentro de un árbol seco?.
Muchas más que las hormigas
que rodean a un sapo muerto.
Y muchos menos que los cardos
de la casa vecina.
En el crujir,
vuelan,
desprendiéndose del tronco.
Cada grieta es un abismo infinito
hacia las duras raíces.
Y esos tumultosos rostros sin perdón por los hechos,
remueven viejas nervaduras al envolverse entre el musgo.
Del brote parece surgir,
una sustancia acuosa.
Y una pegajosa lagaña
se desprende de aquellos ojos nacientes.
M aRi nA.
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