sábado, 21 de febrero de 2009
Soñé que entre sueños
Conté hasta cinco y volví a la plaza,
Conté hasta cinco y me senté al lado de la viejita
Conté hasta cinco y dormí hasta las seis
Conté hasta cinco y caminé tres cuadras
Conté hasta cinco y una suave cama de sombras,
atrás del humo, abrazó mi alma.
Miré al espejo de los espejos,
y entre las velas,
un espejo se reflejaba...
Su reflejo rebotó sobre la cama de sombras.
El colchón de humo
hundió mi cuerpo
Y un sonámbulo encuentro de papel
traspasó el aura del alba.
Parecido al espejismo
que me crucé el otro día
Un poco más bajo
Y cien veces más blando.
En cantidades más que de palomas
MILES DE ESPEJISMOS
Alumbrados por el mismo reflejo.
Ma Rin A.
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